A medida que se aproxima el momento de ingresar en la universidad surgen inquietudes, dudas, la gente habla sobre cómo será, cómo no será, lo que le han contado otras personas… Inevitablemente, hay un montón de ideas que empiezan a circular acerca de lo que espera allí. Muchas de ellas son falsas: los conocidos mitos universitarios. En este post vamos a ver algunos de los más comunes.

“Va a ocupar el 100% de mi tiempo y no podré dedicarme a nada más”

¡Rotundamente falso! En realidad, si te organizas bien, podrás hacer muchas otras cosas aparte de dedicarte a los estudios universitarios. Yo nunca me quedé sin ir de vacaciones, salir con mis amigas o sin hacer otras actividades que me gustaban. Por supuesto, tendrás épocas con más trabajo que otras. Y es importante organizarse, llevar las materias al día y no dejar los trabajos y tareas para la última semana. Siempre habrá gente que se dedique exclusivamente al estudio, pero eso suele ser más una elección personal que una necesidad real. Insisto, hay que organizarse bien.

“En la universidad pierdes tu identidad, eres sólo un número”

Esto no suele ser así. A no ser que vayas como un fantasma a las clases y luego te esfumes, sin interactuar apenas con nadie, claro… En realidad, es frecuente acabar conociendo a los profesores y que ellos te conozcan a ti, y tener tu lugar en la clase. Está claro que la ya no estarás en el colegio, no te van a llevar de la mano (¡lo cual está muy bien!). Pero cualquier persona implicada y con interés, se hace su sitio en la universidad y tiene allí su propia identidad.

“Los profesores universitarios pasan de ti y apenas te ayudan”

¡Falso! A ver, aclaremos dos cosas primero:

1) ya no estamos en primaria; en la universidad se espera autonomía por parte de los alumnos;

2) como en este mundo tiene que haber de todo, hay profesores más accesibles que otros, qué le vamos a hacer. Dicho esto, hay que decir que en la universidad es muy frecuente encontrar profesores implicados, que responden a tus preguntas y que se muestran dispuestos a ayudarte si necesitas orientación. Yo he sido profesora universitaria y sé de qué hablo. En general, a los profesores nos encanta que los alumnos demuestren interés. No dudes en preguntar, pedir consejo o en ir al despacho de tu profesor a aclarar conceptos antes de un examen si lo necesitas.  

“El primer año es muy difícil porque se usa de filtro; los demás son más fáciles”

Falso. El primer año suelen darse materias comunes, en algunos casos como una continuación del bachillerato, y no tiene porqué ser más difícil que el resto. Para nada. Puede haber asignaturas que nos cuesten más que otras, pero eso pasa en cualquier curso. Sí que hay más gente que abandona la carrera después el primer año, pero no suele tener que ver con la dificultad: hay quien se decepciona, quien se da cuenta de que no es lo que quería, quien tiene dificultades para adaptarse al nuevo sistema… También es frecuente “aflojar” el ritmo después de la presión del bachillerato y suspender algunas materias al llegar a la universidad. Pero eso tampoco tiene que ver con la “excepcional dificultad” del primer año.¡Esperamos que con este post hayáis desmitificado un poco la universidad!

Redacción: Sara Dallarés