¿Te faltan motivos para ir a la Universidad?
Una decisión con futuro
Al finalizar los estudios obligatorios se abre un mar de posibilidades dentro del cual hay que elegir: cursos, ciclos formativos, carreras universitarias… ¡Menudo lío! Es normal tener dudas y es muy frecuente preguntarse si optar por una titulación universitaria es la mejor opción. ¿Vale la pena estudiar una carrera universitaria? ¿Aporta ventajas a la hora de ingresar en el mundo laboral? ¿No sería más fácil optar por estudios más cortos, tras los cuales ya se puede buscar trabajo?
Para despejar estas dudas, en este artículo vamos a concretar las principales ventajas de poseer una titulación universitaria y porqué vale la pena elegir este tipo de estudios.
Más tiempo, mayores conocimientos
El período de formación de una carrera universitaria (4 años) es más largo que el de, por ejemplo, un ciclo formativo (2 años). Esto conlleva una formación continuada durante más tiempo, lo que permite adquirir una mayor cantidad de conocimientos en el área elegida. Conocer en más profundidad el área elegida implica, entre otra cosas, estar mejor preparado/a para el mundo laboral.
Mayor responsabilidad y proyección profesional
Los estudios universitarios permiten llevar a cabo tareas profesionales de mayor responsabilidad y dificultad. A nivel personal, esto suele ser mucho más satisfactorio que ejecutar tareas menos cualificadas y con menos posibilidades. Por ejemplo, un odontólogo (médico con especialidad en odontología) siempre tendrá muchos más conocimientos, responsabilidades y posibilidades de proyección profesional que una persona que curse un ciclo formativo de grado superior en higiene bucodental.
La puerta a los estudios de posgrado
Los estudios de posgrado incluyen másteres, cursos de especialización y doctorados, y para cursarlos es imprescindible tener un título de graduado universitario. Estos estudios adicionales sirven para ampliar los conocimientos adquiridos durante la carrera especializándose en áreas concretas y para adquirir nuevas competencias, por lo que suelen ser muy valorados a nivel profesional.
Del conocimiento a la práctica: investigación
Sólo los titulados con carrera universitaria pueden pedir financiación, liderar un proyecto de investigación y progresar con los años en la carrera investigadora. Los estudios técnicos permiten participar en distintas partes del proceso, pero no proporcionan la formación necesaria para liderarlo ni permiten desarrollarse profesionalmente en este sentido. De hecho, para llevar a cabo una carrera investigadora es imprescindible contar con estudios de posgrado, que, como se ha comentado en el párrafo anterior, están restringidos a los titulados universitarios.
Protección contra el paro
En general, las personas con carrera universitaria están más demandadas profesionalmente en las ofertas de empleo que las que tienen menor formación. Esto hace que gocen de una mayor inserción laboral. De acuerdo al informe Infoempleo Adecco 2016, un 42,2% de las ofertas de empleo en España solicitaba titulación universitaria en 2016, frente a un 20,1% que solicitaba Formación Profesional (FP) de grado superior y un 12,7% que solicitaba FP de grado medio.
La recompensa: sueldos más altos
Según el informe citado en el párrafo anterior, el nivel formativo es uno de los factores que más influyen en el sueldo. El salario de un titulado universitario es un 40% mayor que el de un trabajador sin estudios o con estudios básicos, y un 24% mayor que el de un titulado superior en FP. Por lo tanto, estudiar o no una carrera universitaria puede suponer un claro beneficio en términos económicos a largo plazo.
¡Esperamos que este breve artículo os haya aclarado cuáles son las ventajas de tener una carrera universitaria y os anime a emprender esta aventura!
Informe Infoempleo Adecco 2016
https://iestatic.net/infoempleo/documentacion/Informe-Infoempleo-Adecco-2016.pdf
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Redacción: Sara Dallarés
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