Formación a distancia = Formación inteligente

Comunicarse con otras personas cómodamente desde casa o cualquier otro lugar mediante videoconferencia es muy habitual hoy en día, pero en realidad es algo bastante nuevo, ya que no se popularizó hasta la década del 2000. Desde entonces, cada vez encontramos más ofertas de formación a distancia en muchas plataformas educativas, como academias o universidades. Este tipo de formación, siempre que haya implicación por parte del alumno y que se realice con un profesor o una profesora competentes, puede brindar la misma calidad que la formación presencial y presentar además algunas importantes ventajas entre las cuales podemos destacar dos, que explicaremos a continuación:

Ahorro de tiempo y dinero

Una de las ventajas más evidentes de la formación a distancia es el ahorro del tiempo y del dinero que normalmente se dedicarían al desplazamiento hasta el lugar de impartición de las clases. Puede que el coste para un día de clase no sea mucho, pero imaginemos el total que nos ahorraríamos durante meses de clases… desde luego, ¡es algo a tener en cuenta!

Sin duda, la formación a distancia es la preferida por quienes desean combinar sus estudios con trabajo. La disponibilidad de tiempo extra gracias a la mayor eficiencia en el estudio, permite incorporarse antes al mercado laboral o iniciar un emprendimiento propio y de esta forma generar ingresos para costearse la carrera.

Mayor flexibilidad

Otra ventaja muy importante de formarse a distancia es la gran flexibilidad que conlleva en cuanto a horarios y espacio de trabajo. A menudo, el horario de las clases se puede pactar entre el profesor y el alumno, algo que no es tan habitual en la formación presencial, y que facilita mucho las cosas a la hora de compaginar las clases con las demás tareas de la vida cotidiana. En cuanto al espacio de trabajo, cualquier lugar es bueno siempre que tengamos un lugar tranquilo, conexión a internet y un dispositivo desde el cual conectarnos. Esto puede suponer una inmensa ventaja si tenemos que viajar o si pasamos la mayor parte del día fuera de casa (por otros estudios o por trabajo, por ejemplo).

Podemos concluir que si nos ofrecen la posibilidad de realizar una formación a distancia en lugar de una presencial, vale la pena considerarlo seriamente: ¡podemos salir ganando!

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Redacción: Sara Dallarés